Little Greene, posiblemente las mejores pinturas del mundo.
Tienen su sede a los pies del monte Snowdon, en el norte de Gales. No son los mayores fabricantes de pinturas, pero su reputación les ha permitido colocarse como la primera opción para algunos de los decoradores e interioristas más reconocidos a ambos lados del océano.
Su historia abarca más de 3 siglos fabricando pinturas y papeles pintados. Para ello se basan en patrones inspirados en diferentes etapas claves para el mundo de la arquitectura y decoración, que van desde siglo XVII hasta finales del siglo XX.